¿Cuáles son los costos y oportunidades de la inversión de China en Chile?
Entender cómo ha afectado la fuerte inversión del gigante asiático en América Latina, especialmente en Chile, para poder evaluar las políticas públicas en la materia, es el objetivo de este equipo de investigación multidisciplinario, liderado por la UC y conformado por investigadores de las universidades de Chile, de Tarapacá y Católica del Norte, que busca convertirse en un centro de referencia en el Sur Global
China es la segunda potencia del mundo. Y se espera que sea la mayor economía mundial entre 2026 y 2030, con consecuencias globales, incluyendo Latinoamérica. “Ha sido un fenómeno tan, tan grande, que todavía no ha habido una sistematización y una comprensión cabal de este”, afirma Francisco Urdinez, profesor del Instituto de Ciencia Política y del Centro de Estudios Internacionales UC (CEIUC).
Eso es lo que precisamente busca hacer el nuevo Núcleo Milenio que lidera: profundizar la comprensión de las consecuencias políticas del "boom de capital" de China en América Latina en los últimos veinte años, tanto en su dimensión socioeconómica como cultural.
En la región, el 67% de su población vive en un país donde China es el principal socio económico. Y Chile es uno de los países más dependientes económicamente de China en el mundo. Un dato sorprendente, ya que hace veinte años era un actor irrelevante para nuestra economía.
De ahí que este núcleo espera contribuir, como explica su director, “en la formulación de política exterior hacia China, y brindar información novedosa que permita entender mejor los impactos que China provoca a lo largo y ancho de Chile, para que se pueda tener una proyección a futuro y entender mejor cuáles son los costos u oportunidades que China ha dejado en los últimos 20 años”.
Adjudicado en el último concurso de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID), el Núcleo Milenio sobre los Impactos de China en América Latina y El Caribe (Millenium Nucleus on the Impacts of China in LAC, ICLAC), reúne un equipo de investigadores e investigadoras que ya cuentan con una larga trayectoria estudiando al gigante asiático desde áreas tan diversas como la historia, geografía, relaciones internacionales, comunicaciones y economía, entre otras.
“El núcleo pone en evidencia la fuerte presencia de China y la falta de investigación conjunta. Y en ese sentido, nos permite desarrollar esa potencialidad”, dice la directora alterna del Núcleo Milenio ICLAC, María Montt, académica del Instituto de Historia e investigadora del Centro de Estudios Asiáticos UC.
“Para mí, lo que tiene de lindo el núcleo, es que cada uno le da una mirada muy única al fenómeno. Cuando todos nos complementamos, se logra -por primera vez en Chile- dar una mirada compleja y muy necesaria del fenómeno chino… que es social, económico, político. Es un fenómeno que tratamos de definir como transversal, cruza todas las políticas públicas actuales de Chile: las vacunas, el cobre, la industria y el comercio, entre otros. La relación política está cruzada por la relación con China”, afirma Francisco Urdínez.
Como agrega Johannes Rehner, investigador principal del Núcleo y director del Instituto de Geografía: “Aquí en el núcleo, por primera vez, realmente las preguntas y los temas nacen desde el trabajo interdisciplinario, desde el diálogo interno. Estamos mirando la realidad, que no está radicada en una sola investigación, ni en una sola disciplina, sino de preguntas, teorías, metodologías, que provienen del ejercicio de un diálogo interdisciplinario”.
En el núcleo también participan distintas universidades, tanto de Santiago como de regiones. Junto a la Universidad Católica, como institución principal, se encuentran como instituciones albergantes la Universidad de Chile, la Universidad de Tarapacá y la Universidad Católica del Norte; además de un equipo asesor internacional. (Ver recuadro al final de la nota).
Una mirada comparativa
Este Núcleo Milenio será el primer grupo multidisciplinario consolidado en América Latina y El Caribe dedicado a estudiar los efectos subnacionales heterogéneos del ascenso de China.
Para lograrlo, el núcleo ha proyectado tres etapas. La primera -como explica Francisco Urdínez- es “generar una cantidad importante de datos, no solo de Chile, sino de otros países de la región”. Se trata de seleccionar casos de referencia -como por ejemplo, la minería en Perú o el litio en Bolivia- cuyas realidades o problemáticas pueden asimilarse a nuestro país, donde la presencia de China ha sido muy marcada. “La idea es utilizar la región como un área de referencia, porque hay un montón de temas que son transversales y analizar cómo esto afecta la presencia de China a las comunidades locales”, agrega.
La segunda fase busca entender por qué la influencia china es bastante más fuerte en algunas zonas que en otras. Mientras que el tercer y último paso será extrapolar lo analizado a grandes tendencias en la región y poder evaluar cómo China, como actor económico, ha generado clivajes políticos, sociales, y externalidades ambientales, entre otros, en diferentes regiones de Sudamérica. “Habrá un esfuerzo muy grande de sistematización y cuantificación”, afirma el director.
La relación entre China y Chile ha sido más bien complementaria. Como explica Johannes Rehner, en el caso chileno “la relación con China ha sido sencilla, con beneficios muy claros: ellos han sido nuestros clientes de recursos naturales, mientras que nos venden productos que nosotros no producimos, o producimos en pequeña escala. Es una relación complementaria”.
Sin embargo, no sucede lo mismo en la región. “En Brasil, por ejemplo, ambos países son mucho más competidores a nivel de industria de bienes de consumo. Es interesante comparar distintos casos, ya que hasta hace pocos años atrás, en Chile casi no había inversión relevante de China, hasta que por ejemplo en algunos sectores, como el de provisión de energía eléctrica, de repente llega inversión importante y surgen casos que se encuentran en desarrollo y que permiten hacer una evaluación”, agrega el director de Geografía.
China en la agenda pública
Un aspecto importante para el equipo es la colaboración con instituciones, tanto locales como internacionales. Esto último especialmente beneficiará a los estudiantes de posgrado, quienes podrán profundizar su formación. De hecho, un fuerte énfasis de este núcleo es la incorporación de investigadores doctorales y postdoctorales, de modo de generar masa crítica en este tema.
Como explica María Montt: “Esperamos que uno de los resultados de este proyecto sea la generación de un grupo, de una dinámica de investigación sobre China, que va a tomar mayor fuerza. Y que de alguna manera nos va a volver un referente dentro de América del sur”.
Y como agrega la directora alterna: “Existen algunos centros que ya están estudiando China en América Latina, pero todavía falta. Y en ese sentido, esta es una suerte de incubadora para generar un ecosistema mayor, con más investigación, en distintas áreas”.
Otro propósito relevante es la formación de recursos humanos en el sector público, a través de programas de capacitación de funcionarios públicos y diplomáticos, que generen datos longitudinales que permitan evaluar aspectos como la opinión pública y cobertura mediática, la generación de empleo, externalidades ambientales, conflictos sindicales y regulatorios, de las inversiones y el comercio de China en América Latina.
Así también, se busca aumentar la comprensión de la sociedad civil respecto de todos los impactos que genera China a escala nacional en el país. “Si bien el núcleo está centrado en la formación de estudiantes a nivel universitario, también hemos pensado cómo formar más allá de la academia, hacer un aporte a la sociedad: impactar la educación del país en un nivel más macro, incluyendo también la educación básica y media”, agrega María Montt.
Claramente, todo lo anterior sobrepasa los tres años de duración del núcleo. Es por esto que uno de sus objetivos es poner el tema de China sobre la mesa. Como explica Francisco Urdinez, esta temática “es una agenda de investigación de largo plazo. Es una agenda que va a acompañar al desarrollo de Chile por los próximos 20, 30 años. Entonces, ojalá sea el primer proyecto de muchos y todo lo que recabemos sirva para generar nuevos proyectos, y así poder ser cada vez más precisos y más específicos en el análisis”.
Gentileza de Centro de estudios asiáticos de la Universidad católica de Chile.
“Para mí, lo que tiene de lindo el núcleo, es que cada uno le da una mirada muy única al fenómeno. Cuando todos nos complementamos, se logra -por primera vez en Chile- dar una mirada comp
Así también, se busca aumentar la comprensión de la sociedad civil respecto de todos los impactos que genera China a escala nacional en el país. “Si bien el núcleo está centrado en la formación de estudiantes a nivel universitario, también hemos pensado cómo formar más allá de la academia, hacer un aporte a la sociedad: impactar la educación del país en un nivel más macro, incluyendo también la educación básica y media”, agrega María Montt.
Claramente, todo lo anterior sobrepasa los tres años de duración del núcleo. Es por esto que uno de sus objetivos es poner el tema de China sobre la mesa. Como explica Francisco Urdinez, esta temática “es una agenda de investigación de largo plazo. Es una agenda que va a acompañar al desarrollo de Chile por los próximos 20, 30 años. Entonces, ojalá sea el primer proyecto de muchos y todo lo que recabemos sirva para generar nuevos proyectos, y así poder ser cada vez más precisos y más específicos en el análisis”.